La felicidad nos ha sido muy esquiva expresamos con frecuencia, pero cuando vemos lo que pensamos acerca de lo que significa ser felices encontramos que es un término muy idealizado y poco preciso.
En ocasiones nos surge la idea de que “yo soy feliz si todo en mi vida es perfecto” y aunque es cierto, lo que nos falla es la idea de qué es perfecto! Porque se nos ocurre que es ausencia de problemas en nosotros y los que conocemos, especialmente las personas más cercanas y familiares. Así que la dificultad está en la interpretación, no en poder ser felices. En esta vida siempre habrá situaciones que debemos atender y que exigen lo mejor de nosotros mismos.
Todo es perfecto por definición, ya que lo que nos sucede tiene un sentido, una causa y una consecuencia. Si logramos dar una mirada más amplia a lo que nos pasa, -eliminando la mirada inmediatista- tendremos que reconocer que han sido las situaciones difíciles las que más nos han enseñado, así que a mediano y a largo plazo efectivamente todo es perfecto.
Una vida sin retos no existe, afrontarlos sabiendo que los hechos nos pueden doler y aceptando el dolor que traen, nos permitirá llenarnos de paz y de más amor por nosotros mismos. Así mismo, saber que descubrir la verdad y abandonar entonces las ilusiones que nos ponen a sufrir es lo único que nos sana y nos permite alcanzar la felicidad, nos dará fuerza para afirmarnos.
Hay quienes definen la felicidad como el hecho de saber a dónde queremos llegar y saber que vamos en camino… otros como la plenitud que surge en nosotros en la medida que tomamos las cosas como vienen y otros como paz, bienestar, alegría, amor y verdad. También hay quienes la relacionan con "hacer lo que amamos" y "ponerle amor a lo que hacemos".
Al iniciar el ejercicio de definirla en nuestros propios términos y encontrarla posible y cercana, podremos con el tiempo hacerla una realidad en nuestras vidas. Reconocer que la felicidad no proviene de alguien o algo más, que no fue puesta fuera de nosotros, nos permitirá saber que tenemos el poder y la oportunidad de hacernos felices a nosotros mismos.